Las herramientas de las artes y el eje comunicacional que todas tienen, son un beneficio en sí mismo para cualquier persona, sin haber de seguir la formación artística profesional.
La voluntad de expresión permite autoconocimiento y conocimiento sensible del medio en el que la persona se encuentra, del grupo y del contexto y esto se observa asociado a una alegría y un placer. Un vehículo emocional valioso que nos pertenece a todas las personas.
Mi trabajo, en este ámbito, tiene como objetivo:
⦁ Sesiones de contacto artístico, en grupo, a partir de construir una obra conjunta, ofreciendo la utilización de diferentes técnicas artísticas.
⦁ Dar comprensión y valor a la expresión artística diseñada y creada por la persona.
ADIM es :
Una activación y contacto desde la música y las artes plásticas que busca una conexión emocional, desde el sonido, hacia las imágenes creadas por el grupo.
https://youtube.com/shorts/Pxb1PD-KRCQ
Dentro de esta idea tan amplia de dibujar o dar cuerpo visual al sonido, hemos recorrido del cine a la animación, siempre o casi siempre dentro de la idea de la obra colectiva. Aquí tenéis un maullido dibujado y un paseo por las instalaciones del centro, buscando sonidos atractivos o interesantes para cada uno.
En ningún momento perdemos de vista el resultado final, la pieza, individual o colectiva. En el proceso está todo implicado, si uno o una no pierde de vista que estamos articulando un mensaje, a través de la técnica. Un mensaje que comprendemos a medida que construimos. Durante unos cuantos meses he realizado este trabajo con el mismo grupo, mas o menos, primero on line y después físicamente en las aulas de la escuela CEP en el centro Barverà Promoció.
Esta pintura de tres por dos metros, realizada con técnicas mixtas, durante tres sesiones es un buen ejemplo de nuestros objetivos, nuestros, del grupo. Yo propongo, animo, empujo, doy valor, comparo nuestros resultados espontáneos con artistas de la historia del arte que unos conocen y otros no, pero finalmente cerramos un puñado de energía y la dejamos ir, juntos en la tela. Tal como hemos inventado, pactado, decidido.
Parte del trabajo se hizo a partir de una selección musical que cada uno eligió para focalizar las emociones que quería destacar en su participación, y se hizo con los ojos vendados.
Imposible equivocarse o acertar, solo era posible avanzar por el espacio de la tela y luego ver y ser espectador de uno mismo o una misma, sorprenderse, aceptar y dejar el turno al próximo valiente:
Estoy muy orgulloso de esta pieza, que hemos firmado todas y todos: Me parece una pared abrasada de emociones vividas real y simbólicamente, emociones que se mezclan y superponen hasta dar con un cuerpo y código que ya no es la frase o el dibujo individual.
De la rabia a la alegría, de la ternura al desprecio, del amor al vacío. TODO está ahí, LLENO de capas y capas de sonido visual, que se superpone hasta convertirse en algo diferente y medio ajeno, hasta convertirse en “otro lugar propio.”
Ver el reconocimiento de este trabajo y de estos talleres en la prensa en las redes sociales, revistas, web, radio, como se nos empuja, desde luego.