La mirada humana ha sido, desde tiempos prehistóricos, un herramienta de recopilación de datos. Un registro casi cartográfico de detalles vistos pero también imaginados. Una herramienta de aproximación a un posible escenario de caza. Una opinión expresada a partir de la acumulación de experiencias; y finalmente una decisión, una apuesta.
Lo que vemos y describimos, contiene toda los información que podemos nombrar y toda la información podemos sentir.
Originalmente el dibujo estaba en el mismo lugar que las palabras y las matemáticas. Dibujar algo es llamarlo, nombrarlo, es explicarlo. El ser humano desde el principio ha tenido la necesidad de comunicar al resto los datos recogidos sobre el territorio. Pues bien, muchísimos miles de años después, aquí estamos, con herramientas tecnológicas sofisticadas, haciendo exactamente eso. Recoger datos, darles una forma comunicable, un nombre posible, una manera de “llamarlos” y transmitirlos al resto.
Junto a Paadín, (www.paadin.eu) el profesor que guía este master, hemos ofrecido a sus alumnos una manera de acercarse a la interpretación e ilustración de datos, que pasase por la recuperación de el lugar de origen de esta necesidad.
Encontrar una vía paralela desde el dibujo que no sea la representación formal, la copia del natural. Un sitio propio, un lenguaje que tampoco sea un acto mecánico, una cuenta.
Buscamos acompañar a los alumnos y alumnas hacia una forma particular, suya, de construir una idea del lugar y lo que ocurre en este. De sus características y detalles. Una manera de caminar hacia atrás en el proceso de aprendizaje, en el caso de los que aprendieron a dibujo “artístico”, hasta reconocer otra vez los factores básicos de esta disciplina y re ordenarlos. Y para los que no tienen un bagaje de dibujo de representación, pues partir de un punto lo mas neutro posible y aprender sencillamente a escuchar las herramientas.
Nuestro objetivo en esta aventura colectiva es dotarlos de una amplia gama de estrategias para utilizar los conceptos básicos del dibujo como herramientas de recopilación / representación de datos. Y que tengan un mejor conocimiento de sus capacidades para la expresión sensible y sensible de datos. No es poco.
Para conseguir esto, Con Padín armamos una batería de propuestas en la Plaza Real, siempre dentro de los límites de ésta, en ejercicios por parejas o grupos pequeños, donde cada una se ocupa de una categoría en una unidad de tiempo (sonido, movimiento…) Cantidad en el espacio (Densidad), textura.
Un reto, enorme, un viaje a tiempo real en el tiempo, desde el interior del lenguaje, una aventura, desde luego. Sin mapa ni manera conocida de como ir hasta allí. Pues llegamos, y disfrutamos mucho del viaje.
Aquí os dejo un retrato hecho por todo el grupo, un retrato que me hicieron por petición mía, el primer día. Con la mascarilla puesta y sin apenas presentación. Pero con toda la información intuida de lo que pasaría los días después. Me encantó, gracias.