Para el cumple de Celia, le han regalado una sesión de “La gran enciclopedia irregular del dibujo y la pintura” sólo para ella y Carlota.
Carlota la acompaña. O es al revés, ni idea, ellas sabrán. Celia está lista para “hacer arte”, como dice.
Después de un rato de preguntas de la niña. Después de medirme, examinarme y revisarme, decide que ya está, que ya se puede relajar y despegarse de Carlota.
Carlota se concentra y se adentra en disfrutar de los colores y las texturas de una composición que surge de a poquito. Lenta, tranquila, placenteramente.
Una burbuja invisible comienza a intuirse a su alrededor y casi puedo verla en la habitación de su infancia dejando pasar las horas mientras el color y las formas avanzan.
Suena el grupo “Luna” y Celia está decidida de verdad a hacer “el arte”
-Celia: Creo que mi arte será el pincel!
Abandona el dibujo manchoso que estaba haciendo y cambia el foco. La brocha que estaba utilizando se llena de diferentes colores de acrílico, spray y pigmentos.
-Rafa: Super interesante esta dirección. Que idea!!
De golpe el recipiente, el contenedor de su expresión, la obra deja de ser en la tela y pasa a ser EN el pincel mismo…Genial!! El pincel recibe el foco, la atención y el nombre de PIEZA.
Pasa lo mismo con el vaso de plástico que en principio tenía que ser para limpiar los pinceles.
-Celia: Yastá.
-Rafa: tía los colores son increíbles. Joder que combinación. Hay perdón.. Buenísimo Celia.
La burbuja de Carlota brilla y está intacta.
-Celia: Me aburro.
-Rafa: Bueno, no está mal aburrirse un poco.
Da la vuelta, viene a mi espacio, entra en mi dibujo y me lo cambia, jajajaja, ala, por hablar.
Esto es imparable, le ofrezco manchar libros para divertirnos, y miro de reojo a Carlota, esta bien,
Otra vez maravillas en acción, buenos resultados y risa, pero dura poco rato concentrada.
La pompa de Carlota estalla, creo que Celia tiene hambre, yo también.
Decidimos dejarlo por hoy y recoger un poquito el espacio y el material.
-Rafa: Ahora de comer bien, que esto de crear cansa mucho, de verdad.
La sesión ha terminado, subimos las escaleras de mi taller, hacia la puerta de la calle, a la luz del sol
del invierno. Hace un día estupendo.
-Rafa: Un beso Celia, feliz cumpleaños.
Cuantas cosas, buf, tendré que escribirlas.