
Una colección de tiras de prensa e ilustraciones entre la opinión y el documental, entre el cómic y la pintura, entre la abstracción y el paisaje.
Al presentar este trabajo doy por hecho bastantes factores que le dan forma.
Primero, imagino un encargo por parte de un diario.
Mi cliente imaginario me pide que realice una ficción documental en un formato que no está pensado originalmente para este objetivo, la tira de prensa. Y quiere que invente un recorrido presencial, físico y a la vez simbólico por los lugares y los contenidos de las noticias que aparecerán durante un período largo de tiempo.
Acepto el encargo.
Tradicionalmente las tiras de prensa, espacios rectangulares divididos en varios compartimentos-viñetas, están firmadas por autores que desarrollan un personaje con el que el lector a lo largo del tiempo se habituará.
Se crean códigos por acumulación, por repetición y por conocimiento del contexto imaginario donde se desarrolla la historia. Uno entra en relación y complicidad con los personajes a medida que los conoce y asume roles y posiciones frente a construcciones psicológicas que se desarrollarán en el tiempo. Es un tipo de creación narrativa muy especial, con un formato conceptual muy curioso.
¿Y si le propusiese a mi cliente imaginario que mi tira fuese un visor? Una ventana desde donde mira el personaje que realiza la acción.
¿Y si mirar fuese la acción esencial, por que mucha de la acción de esta historia ocurre con el cuerpo del actor principal desplazándose en barco, coche, tren, autobús. Y si no hubiese más personaje que la velocidad y el paisaje?
¿Y si esta tira sólo tuviese un nombre que localizase el territorio que vemos: “Europa”.
¿Y si no fuese una tira de humor, como lo son habitualmente?
¿Y si no apareciese en la sección de ocio y pasatiempos, junto al horóscopo?
¿Y si fuese una sección fija que apareciese cerca de las noticias relacionadas con este continente?
¿Y si tuviesen una continuidad que permitiese armar una narración? Acostumbrar al lector a adentrarse en esta mirada subjetiva una y otra vez, ofrecerle el placer de la continuidad.
Muchos ¿Y si…? Me gusta imaginar. Imaginar una obra entre la opinión y el documental, entre el cómic y la pintura, entre la abstracción y el paisaje. Imaginar, ver, dibujar, hacer.
La noticia del pacto entre la unión europea y Turquía el 2015 me avergonzó, decía algo así como:
El “mundo civilizado” subcontrata a un miembro emergente para que se encargue de la contención de los refugiados que lleguen huyendo de la guerra en Siria, y puestos también de la inmigración ilegal que haga falta. A cambio Europa pagará un dinero por esta gestión y acelerará en la medida de lo posible la entrada de Turquía como miembro de primera clase.
La normalidad con la que se planteaba este pacto, daba miedo. Enseguida comenzaron a aparecer fotos y fotos de cadáveres de familias que no conseguían llegar al otro lado.
No pude mirar más de dos o tres, las primeras que aparecieron. Y dejé de leer el diario porque sabía lo que estaba pasando. Se cierra una posibilidad de paso para personas desesperadas, se abren muchas otras, pero no todo el mundo consigue ponerse a salvo.
Tardé un año más o menos en volver a leer la prensa. Durante ese tiempo fueron apareciendo estas tiras e ilustraciones. Apareciendo, porque me asaltaban mientras trabajaba y porque al acabarlas sabía exactamente lo que significaban.
Digamos que dibujé lo que sabía que estaba ocurriendo y no quería o no podía mirar.
Sigo dejando que lleguen estas imágenes, estos relatos espacio temporales del viaje de alguien que se desplaza hacia algún lugar superando dificultades. Pero también del viaje de Europa como idea.
Acabada la segunda guerra mundial, el acuerdo común pasaba por declarar juntos que ninguna idea, ni política, ni religiosa, ni económica volvería a pasar por encima de los derechos humanos nunca más, y que estos eran un marco y un estatus común que cuidar, ganado con tiempo, esfuerzo y consciencia. Por lo menos eso es lo que me enseñaron en la escuela.
¿Porque ahora la defensa de estos valores fundacionales se utilizan como el principal motivo para deshacerse de ellos?
Han pasado años desde esta noticia y se siguen sumado muchísimas más en la misma dirección. Europa se cierra sobre si misma y el trato a las personas que migran huyendo de la guerra o el hambre, empeora.
En algún momento del 2017 comencé a salir con mi material a dibujar a la calle, a hablar con las personas que diariamente cruzan mi ciudad buscando donde y como mejorar una situación muy dificil. No siempre es fácil acercarnos, no siempre nos entendemos, pero se crea un diálogo. La noticia es nuestra realidad presente. Con este material construyo mis tiras de prensa y es apartir del resultado y de las conversaciones que se producen en estos encuentros, que puedo reflexionar y conocer mi propia situación, mi propia realidad también.
El viaje continúa y mi visor sigue abierto.